Que los bostezos son contagiosos es algo que nadie pone en duda; que puedan ser peligrosos no parece demasiado creíble. Pero que se lo digan a Hayley Black, una británica de 36 años que estuvo a punto de morir y que arrastra graves consuecuencias de por vida por bostezar demasiado fuerte.
Hayley Black. TikTok
"Descarga eléctrica"
La historia sucedió hace diez años, pero es ahora cuando Black ha decidido contarla. Relata que una noche se despertó en su casa para dar el biberón a su hija recién nacida. El bebé bostezó y el gesto se le contagió a ella, que lo repitió mientras se estiraba. Pero bostezó con tanta fuerza que algo falló en su cuerpo. Asegura que sintió una “sensación de descarga eléctrica” que le recorrió todo el cuerpo y que le dejó el brazo “atrapado