Una iniciativa en la Cámara de Diputados busca que los electrolitos orales dejen de ser considerados como medicamentos y se les apliquen impuestos como al resto de bebidas azucaradas.
Los legisladores argumentan que estas fórmulas, disfrazadas de soluciones médicas, aportan grandes cantidades de glucosa y evitan los sellos de advertencia nutricional.
¿Por qué los diputados quieren cobrar impuestos a los electrolitos?
Los legisladores explican que estas bebidas se registran como medicamentos, por lo que quedan libres de impuestos y no llevan los sellos de advertencia que exige la Norma Oficial Mexicana NOM-051 para alimentos y bebidas azucaradas. Sin embargo, estudios muestran que contienen hasta 3.5 veces más glucosa que las fórmulas de rehidratación de la Organización Mundia