Xuso Jones ha estado estos días en León. Se topa con alguno de nuestros políticos con miras nacionales y le hace preguntas sobre nuestra tierra, no de su historia, sino de los problemas que preocupan a los leoneses. No tienen ni idea, no lo saben y no responden. Ni ese humor con acento murciano del presentador es capaz de amortiguar el bochorno íntimo de un cuestionario que para su alivio no se televisará nunca porque nunca ha sucedido. El día que a los guionistas de ese programa se les ocurra la entrada en escena de algunos políticos como han hecho con las tertulias, más de uno va a quedar retratado. El descontento democrático que tanto ha analizado J. Sandel, y la desconexión de las instituciones de la ciudadanía tiene que ver precisamente con una ignorancia crónica respecto a lo que de

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