**Trump y Netanyahu: ¿El futuro de Gaza en juego?**

La Casa Blanca se convierte en el escenario de una reunión crucial entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Este encuentro, programado para este lunes, busca abordar el futuro de Gaza tras casi dos años de conflicto devastador. La situación en la franja es crítica, con más de 65.000 muertos y 1,9 millones de desplazados debido a los intensos bombardeos.

Trump y Netanyahu se reúnen en un contexto de creciente presión internacional. La propuesta que se discutirá incluye un plan de 21 puntos, diseñado para poner fin a la violencia y establecer un nuevo orden político en Gaza. Este plan, elaborado con la asesoría de figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair, contempla la creación de un organismo internacional que supervise la administración de Gaza, relegando a los palestinos a un papel secundario en su propio territorio.

El plan también incluye la liberación de rehenes y la retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza. Sin embargo, la aceptación de este acuerdo por parte de Netanyahu es incierta. En su discurso ante la ONU, el primer ministro reafirmó su compromiso de "terminar el trabajo" contra Hamas y rechazó cualquier reconocimiento de un Estado palestino. Su coalición de gobierno, compuesta por ministros ultraderechistas, se opone firmemente a cualquier concesión que implique un Estado palestino o la cesión de poder en Gaza.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha señalado que "ambas partes tienen que ceder un poco" para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, la retórica de Netanyahu y su negativa a aceptar un Estado palestino complican las negociaciones. Además, la falta de un diálogo activo entre Israel y Hamas tras el ataque del 9 de septiembre ha dejado las conversaciones en un punto muerto.

Trump ha expresado su impaciencia por la prolongación del conflicto y ha mantenido reuniones con líderes árabes para discutir el plan de posguerra. A pesar de la presión, Netanyahu enfrenta un dilema: aceptar el plan podría desestabilizar su gobierno, mientras que rechazarlo podría aislar aún más a Israel en la comunidad internacional.

La reunión de este lunes es vista como una oportunidad única para avanzar hacia la paz, pero también como un momento crítico para el futuro político de Netanyahu. La comunidad internacional observa con atención, esperando que se logre un acuerdo que ponga fin a la violencia y permita la reconstrucción de Gaza.