El piloto británico Lewis Hamilton comunicó recientemente una noticia que generó un profundo impacto tanto en el mundo de la Fórmula 1 como entre sus seguidores: la muerte de su perro Roscoe, conocido por su frecuente presencia en los circuitos internacionales. El bulldog inglés, que acompañaba al siete veces campeón del mundo en el paddock, se había convertido en una figura habitual en el entorno de la máxima categoría del automovilismo, donde era recibido con simpatía por pilotos, equipos y aficionados.
Durante los últimos días, el propio piloto compartió la información del ingreso de urgencia de Roscoe a una clínica veterinaria después de presentar complicaciones respiratorias. Los médicos detectaron neumonía y, tras varios exámenes, el cuadro se agravó hasta que el corazón d