Un duelo entre Argentina y Cuba obligaba a presuponer una goleada. Pero ya no se puede dar nada por sentado en el fútbol moderno. Y si alguien se resiste a creerlo vale con mirar una y otra vez el estreno de la Selección Sub 20 de Diego Placente en el Mundial de Chile.
Sufrió mucho más de lo esperado para que el debut se transformara en victoria y en el primer paso del sueño de cortar 18 años de mala suerte para llegar a la séptima vuelta olímpica en el escalón más alto de los juveniles. Fue un 3-1 que costó construir, pero que sirve para esperar con optimismo el duelo del miércoles contra Australia, que este domingo cayó por 1-0 con Italia en el otro duelo del Grupo D.
El primer tiempo fue un electrocardiograma. Es que Argentina sacó diferencias bien temprano gracias a una combinación e