Trabajar como chofer en Lima se ha convertido en un oficio de alto riesgo. El sentimiento de constante miedo al salir a trabajar se ha vuelto lo usual para los transportistas . En las cabinas de los buses , algunos conductores solo cuentan con una botella de agua, un botiquín improvisado o una estampita religiosa como ''protección'' frente a las balas de los extorsionadores . Los pasajeros tampoco se salvan, ya que suelen ser daño colateral de los ataques.

El último miércoles 24 de septiembre, en la avenida Mariátegui, un sicario disfrazado de pasajero abordó un bus de la empresa OASCAR y disparó contra el chofer a la altura del pecho, y también hirió a un adolescente. Ambos fueron trasladados al hospital de Canto Grande en SJL. Ante esta situación que se repite cada día, los ciudad

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