José Isabel Agapito Carranza habla mientras mira el agua verdosa que cubre su casa y lame los muros de su casa en San Pedro Cholula. Hace un mes que vive bajo esta circunstancia: el agua estancada, los olores que se intensifican con los días y la amenaza constante de infecciones. “Imagínese un tiempo más, un mes más, aquí va a estar todo verde. Ahí vienen las infecciones”, dice con resignación.

Agapito es albañil y sostiene a una familia de cinco personas. Desde hace cuatro semanas su vida se redujo a dos cuartos en la planta alta de su vivienda, porque la planta baja quedó inutilizable. “La estufa ya no funciona, los muebles se echaron a perder. Calculo que perdimos unos diez mil pesos en todo eso”, explica. Para cocinar improvisó una pequeña cocina arriba, con lo poco que logró salvar a

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