Miguel Urdangarin se ha convertido en la oveja negra de los Borbón, se podría decir que ha ganado a Froilán y Victoria Federica. Mientras los otros dos han encontrado su camino, el hijo de la infanta Cristina continúa muy perdido. La hermana de Felipe VI siempre había mantenido a sus hijos en un discreto plano. Había aprovechado el caso Nóos para alejarles del foco mediático. Siempre se habían visto como unos chicos muy educados, responsables y estudiosos, pero la realidad era otro muy distinta. Al cumplir la mayoría de edad cada uno ha seguido su camino y ha dado más de un quebradero de cabeza a su madre. Ni eran tan estudios ni responsables, al final llevan en su ADN el gen Borbón.

Pablo Urdangarin intenta labrarse un futuro como jugador de balonmano, quiere ser como su padre, aun

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