Durante décadas, los países que salieron de la guerra, la pobreza o la desigualdad entendieron algo que el Perú aún se resiste a asumir -incluso después de los 200 mil ciudadanos fallecidos durante el COVID19-: sin un Estado que garantice salud pública fuerte, no hay ciudadanía posible en primer lugar.
La salud en el Perú es una ruleta. ¿Conseguiste cita médica para la urgencia que atraviesas? ¿Pagaste por un espacio en la cola para que atiendan a un familiar que llegaba grave a la emergencia? ¿Hay genérico para ese medicamento costosísimo que te ofrece la farmacia? ¿Tienes que venir a Lima por ese tratamiento que en tu región no se presta? ¿SIS, EsSalud, Seguro privado? La suerte y el privilegio marcan la línea divisoria entre la vida o la muerte. Puedes hoy ofrecer estabilidad a tu fa