El martes de Champions League ofreció uno de los partidos más llamativos de la jornada: el Chelsea contra Benfica , un choque que iba mucho más allá de los tres puntos.

En el centro de la escena estuvo José Mourinho , que volvió al estadio donde forjó su leyenda como técnico.

El duelo terminó 1-0 a favor del Chelsea gracias a un episodio fortuito.

Al minuto 18, una jugada ofensiva iniciada por Pedro Neto y Alejandro Garnacho terminó en un autogol de Richard Ríos, que sorprendió a su propio guardameta y silenció al sector visitante.

A partir de ahí, el conjunto londinense gestionó el encuentro con intensidad defensiva y con un enfoque pragmático, sabiendo que enfrente estaba un rival de experiencia y un técnico con conocimiento profundo de Stamford Bridge .

El desarroll

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