BOGO, Filipinas (AP) — Equipos de rescate utilizaban retroexcavadoras y perros rastreadores para buscar sobrevivientes en casas derrumbadas y otros edificios dañados en el centro de Filipinas el miércoles, un día después de un sismo que causó al menos 69 muertes y más de 200 heridos.

Se espera que el número de fallecidos aumente luego del terremoto de magnitud 6.9 que se registró alrededor de las 10 de la noche y dejó a un número no especificado de residentes atrapados en la ciudad de Bogo y en pueblos rurales cercanos en la provincia de Cebú, según las autoridades.

La lluvia intermitente y los desperfectos en puentes y carreteras dificultaban la carrera por salvar vidas, indicaron las autoridades.

Un sismo peligroso

El miércoles por la noche, rescatistas con cascos naranjas y amarillo

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