**Ley de topes a tasas de interés: ¿un peligroso error?** El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, ha lanzado una fuerte advertencia sobre la ley que establece límites a las tasas de interés en Perú. Según Velarde, esta normativa no solo no abarató el crédito, sino que también excluye a los ciudadanos más vulnerables del sistema financiero formal. Esto, a su vez, los empuja hacia prestamistas informales y mafias de préstamos, aumentando el riesgo y la inseguridad en el país. Durante su intervención ante la Comisión de Economía del Congreso, Velarde criticó la premisa de la ley, que asume que las entidades financieras aceptarán prestar a tasas más bajas. "El primer alto problema del tope a la tasa de interés es que se parte de la idea que la institución financiera le prestará a una tasa menor (al usuario)", afirmó. El presidente del BCR explicó que cuando un banco no puede cobrar una tasa que compense el riesgo de un cliente, simplemente decide no otorgar el préstamo. Esto afecta a quienes más necesitan financiamiento, negándoles el acceso al crédito formal. La situación se complica aún más, ya que las personas excluidas del sistema financiero formal se ven obligadas a recurrir a prestamistas informales. Velarde advirtió que este fenómeno ha evolucionado, pasando de prestamistas informales tradicionales a un entorno más peligroso. "Ahora, desgraciadamente, ha pasado a un terreno ya más criminal", alertó, refiriéndose al aumento de mafias de préstamos que operan al margen de la ley. Velarde concluyó que la ley es "casi inútil", ya que no cumple su objetivo principal y solo beneficia a un pequeño grupo de personas con un perfil de riesgo cercano al tope establecido, perjudicando a muchos otros. En marzo de este año, el Congreso aprobó en segunda votación la derogación de la Ley 31143, que fijaba topes a las tasas de interés. Sin embargo, la decisión no se ha concretado. El congresista Guido Bellido explicó que hubo una "confusión en el conteo de votos" durante el debate, lo que significa que el dictamen volverá a someterse a votación en el pleno. Para que la derogación sea efectiva, se necesitarán al menos 66 votos. Esto mantiene en suspenso la validez de la medida y el futuro del marco legal que regula las tasas de interés en el sistema financiero.