Las personalidades son un mundo aparte. Las hay de todos los tipos y con rasgos característicos, algunos moldeables y otros más difíciles de cambiar. Eso genera un universo de posibilidades a la hora de hacer match con las demás personas que nos rodean, pero también con objetos y experiencias concretas. Habrá cosas que nos gusten más y otras menos con el paso de los años, pero siempre existirán complementos capaces de definirnos con claridad. Entre ellos, los relojes ocupan un lugar privilegiado: son piezas que trascienden la funcionalidad para convertirse en una extensión de nuestro carácter.
El aventurero suele decantarse por relojes todoterreno, resistentes al agua, con brújula o linterna integrada, preparados para soportar cualquier reto en la montaña o en la ciudad. El deportista dis