Tras insistentes e infructuosos llamados para que cambiaran de rumbo y desembarcaran la ayuda humanitaria para los gazatíes en Israel, Chipre o “cualquier otro puerto de la región”, las Fuerzas de Defensa de Israel inmovilizaron la Global Sumud Flotilla y sus ocupantes fueron trasladados a un puerto de ese país.
Antes de que ocurriera esta interceptación militar, sin incidente alguno, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, y varios gobiernos europeos, entre ellos Italia, España y Francia, instaron a los tripulantes de dichos barcos a que desistieran de avanzar hacia la costa gazatí, considerada una “zona de riesgo” .
El gobierno español sugirió a la flotilla no acercarse a las aguas designadas por Israel como zona de exclusión , y destacó que el buque que había enviado