El proyecto de ley, que aumenta al 10% el tipo mínimo a los superricos, continua ahora su tramitación en el Senado
La rebaja de impuestos a la clase media —los asalariados de Brasil que cobran en torno a 900 dólares al mes— logró una especie de milagro en estos tiempos de polarización política extrema en la primera economía de América Latina. Y le brindó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva un triunfo importante, aunque parcial, que da impulso a su principal promesa electoral para este tercer mandato. La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, el miércoles por la noche, eximir del pago del impuesto de la renta a quienes cobren menos de 5.000 reales (940 dólares) y una rebaja gradual a quien cobra menos de 7.300 reales. Para compensar, el proyecto de ley incluye que quien gana má