Barcelona Uno de los aspectos más geniales de los dos libros de Lewis Carroll sobre Alicia es la continua discusión que se presenta, a cargo de ella y de sus interlocutores, sobre el significado de las palabras, la necesidad de que los hablantes convengamos en un mismo sentido otorgado a cada palabra y la aparición continuada del percazamiento lingüístico. Así, por ejemplo, en Alicia en el país de las maravillas , el Águila responde de esta manera a algo que ha oído: "¡Habla menos enrevesado! No entiendo el sentido de la mitad de las palabras largas que has utilizado, y aún te diré más: ¡me parece que tú tampoco!" (Es un fenómeno muy habitual, ahora que todas las lenguas, no sólo el catalán, van al botavant.) Más allá en el mismo libro, dice Tortuga: "Mira, si un pez me viniera a ver y
'Genocidio' y el significado de las palabras

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