Durante siglos, antes de que el pilarismo prendiera con fuerza en la conciencia colectiva, Zaragoza veneró con un fervor masivo a Santa Engracia y a los Innumerables Mártires .
La huella de esta devoción —a caballo entre el dato histórico, la tradición literaria y la memoria litúrgica— explica una parte esencial de la identidad cristiana de la ciudad , hoy eclipsada por el magnetismo universal de la Virgen del Pilar. Un repaso a fuentes, fechas y vestigios permite reconstruir la centralidad que tuvo Santa Engracia en el culto zaragozano hasta bien entrado el siglo XV.
Un concilio, una fiesta y un relato fundacional
El 3 de noviembre de 592 , el II Concilio de Zaragoza instituyó la fiesta de los Innumerables Mártires , diferenciándola de la celebración del 16 de abri