Hans Müller, un ciudadano alemán de 62 años, llegó a Bogotá con planes turísticos y mucho entusiasmo. Sin embargo, no habían pasado dos días desde su arribo cuando cayó en manos de un hombre que conoció a través de Grindr —una aplicación de citas para personas homosexuales—. El encuentro terminó en un hotel de la zona T, con el extranjero tendido en una cama, desnudo, drogado y con signos de violencia.
“Mi amigo se llama Hans Müller”, cuenta Camilo (en el relato se cambió el nombre para proteger su identidad), un colombiano que lo conoció años atrás en Múnich . “Me dijo que venía a Bogotá y me mandó la reserva en un hotel de La Candelaria. Le sugerí quedarse en la zona T. Afortunadamente me hizo caso” , reveló para el diario El Tiempo.
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