A las puertas de estas trascendentales elecciones, el presidente checo Petr Pavel se ha dirigido a la nación para apelar a la «prudencia» y pedir a los votantes que elijan un primer ministro que «no sea una amenaza para nuestra seguridad». Su discurso televisado ha añadido dramatismo al riesgo de que el Gobierno checo, en pleno flanco oriental de la OTAN , se vuelque del lado prorruso.«No quiero decir a los ciudadanos que esta era la elección más importante en la historia de nuestro país, pero si les aseguro que hay mucho en juego», han sido sus palabras. Como exgeneral de 63 años, que en 2015 se convirtió en el primer oficial militar de un país del antiguo bloque del Este en asumir la presidencia del Comité Militar de la OTAN, representa la Praga que mira hacia Occidente.En la Presidencia
La República Checa decide entre la continuidad europeísta o el giro prorruso

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