
Mientras que la Casa Blanca expresa sus expectativas de que se logren avances significativos en la próxima ronda de negociaciones comerciales con Pekín, analistas sugieren que la soja está llamada a convertirse en una baza clave para China en las conversaciones, aunque pueda que no sea fácil firmar un acuerdo global.
Se trata de uno de los productos agrícolas más importantes que EE.UU. exporta a China, que es su mayor consumidor mundial. Por su parte, Pekín ha utilizado esa planta durante mucho tiempo como herramienta de negociación en sus relaciones comerciales con Washington, informa South China Morning Post, citando expertos.
¿Por qué la soja es tan importante para Trump?
Los analistas indicaron que Donald Trump está "muy motivado" para cerrar un acuerdo sobre la soja con el gigante asiático , ya que los agricultores estadounidenses se han visto perjudicados por la negativa de China a comprar al país estadounidense ese producto. Eso supone "una importante fuente de presión económica para las comunidades agrícolas rurales que, en gran medida, apoyan políticamente" al actual presidente, explicó James Downes, codirector ejecutivo del Centro de Investigación y Progreso Social.
Ante las continuas presiones de los productores de soja, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó este jueves que se anunciaría la próxima semana un "apoyo sustancial" para los agricultores estadounidenses. Además, indicó que los responsables comerciales de China y EE.UU. podrían empezar a hablar sobre las compras agrícolas, y que la próxima ronda de negociaciones debería "mostrar un avance bastante importante". La misma jornada, Trump anunció que la soja sería un "tema importante de debate" en la próxima reunión con su homólogo Xi Jinping durante el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que se celebrará a finales de octubre en Corea del Sur.
En ese contexto, Doug Barry, exejecutivo del Consejo Empresarial EE.UU.-China, enfatizó que " los agricultores son un grupo de interés importante, y sus senadores de los estados republicanos sin duda están presionando a Trump ". "Las pequeñas empresas estadounidenses que comercian con China también necesitan ayuda. Algún alivio en los aranceles les mantendrá solventes, pero no soy optimista", añadió.
"Una poderosa baza" de Pekín para obtener concesiones
Así, la reducción de las importaciones de soja por parte de Pekín ha supuesto una "enorme presión financiera" para los agricultores estadounidenses, lo que ha dado a Pekín una baza para obtener concesiones de Washington , señaló Rajiv Biswas, director ejecutivo del grupo de investigación Asia-Pacific Economics.
Tras varias rondas de negociaciones que se celebraron después de la aplicación de las tarifas por parte de Trump a los bienes chinos que llegan a EE.UU., la segunda pausa de 90 días entre las dos mayores economías del mundo está a punto de expirar el próximo mes. "La soja también podría ser una poderosa baza que China podría utilizar para solicitar una nueva prórroga del plazo del 10 de noviembre para la aplicación de aranceles más elevados a las exportaciones chinas", opinó Biswas.
Asimismo, señaló que Pekín también podría exigir una flexibilización de las restricciones de EE.UU. a la exportación de tecnología para las empresas chinas y sus filiales globales, especialmente a la luz de las normas recientemente endurecidas que afectan no solo a las empresas que ya figuran en la lista de entidades estadounidenses, sino también a sus filiales.
"Pekín ha afirmado que los aranceles 'injustificados" de EE.UU. son un obstáculo importante para sus compras de soja estadounidense, lo que convierte su negativa a comprar soja estadounidense en otra importante baza para las próximas rondas de negociaciones comerciales", señalaron, por su parte, los economistas Wang Jing y Lu Ting. Los expertos apuntaron que, "a corto plazo, el uso de prohibiciones de exportación e importación podría ayudar a limitar los aranceles bilaterales entre EE.UU. y China", pero el uso frecuente de estas tácticas podría deteriorar aún más las relaciones entre las dos naciones y perturbar las cadenas de suministro globales.
¿Es posible un acuerdo a corto plazo?
Sin embargo, algunos analistas indicaron que parece poco probable que se alcance un acuerdo a corto plazo debido a las tensiones comerciales más amplias que existen actualmente entre ambas naciones.
"China tiene muchas bazas en sus negociaciones con EE.UU.", afirmó Downes, apuntando que Pekín puede buscar "concesiones sustanciales como parte de cualquier acuerdo, sobre todo reducciones significativas de los aranceles y garantías en materia de protección de la propiedad intelectual". " Estas demandas reflejan claramente el poder o la influencia estratégica de China en las negociaciones comerciales y sus esfuerzos por obtener condiciones más favorables con EE.UU.", añadió.
La soja era el producto más vendido por valor por EE.UU. a China antes de la guerra comercial de 2018, y el gigante asiático había sido el mayor comprador de soja estadounidense, señalaron Wang Jing y Lu Ting. Ese producto también fue uno de los elementos centrales de los compromisos de compra de China en las conversaciones comerciales de 2020, y también se encontraba entre el primer lote de productos agrícolas a los que Pekín aplicó en marzo un arancel del 10 % como represalia por los aranceles relacionados con el fentanilo impuestos por Washington.
En lugar de EE.UU., China ha recurrido a Sudamérica, principalmente a Brasil, para abastecerse de soja . En los primeros ocho meses de este año, China importó 52,74 millones de toneladas de soja del gigante sudamericano, lo que representa el 71,9 % del total de las importaciones de soja de China durante ese periodo, de acuerdo con datos de la Aduana.