Como advertía Jauretche: “Si es malo el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”. Finalmente ocurrió lo que tanto anticipamos cuando el Congreso aprobó la mal llamada Ley Bases. El martes pasado el presidente Milei firmó el decreto 695/2025 que habilita el proceso de privatización del 44% de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA). La medida alcanza a las tres centrales nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse, que brindan energía limpia y segura, además de ser esenciales para el desarrollo de capacidades tecnológicas y de investigación.
La privatización parcial de NASA atenta contra la soberanía energética, el desarrollo científico y la seguridad nacional, en una nueva cesión directa de soberanía. Asimismo, implica entregar, seguramente a intereses extranjeros, el co