Contundente y convincente estreno del Unicaja en la Liga ACB. Cocinó progresivamente a un buen equipo como es el Surne Bilbao (86-68) a lomos de un gigante Olek Balcerowski, con las dosis de confianza necesarias para que este tipo de actuaciones determinantes sean más constantes. Una buena respuesta colectiva a un contrario duro y que jugó físico, con protagonismo repartido y progresión de los nuevos más allá del aspecto numérico, con la excepción quizá de un Xavier Castañeda que necesita más tiempo. Siempre habrá más cuando se vaya ganando. Gustó el Unicaja, al que ya apetece contemplar con la velocidad de crucero del día a día para verificar en qué punto de competitividad figura, con un calendario bastante duro en octubre en el que vendrán picos más altos de dificultad.
No suele