Desde la subida a la Silla del Rey en los pinares de Valsaín hasta el laberinto de piedras del Torcal de Antequera o la cascada de Xorroxin en Navarra, estas rutas demuestran que basta una mañana para vivir una buena jornada en plena naturaleza

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No siempre hace falta planear una excursión larga para disfrutar de la naturaleza. A veces, basta con dedicar una mañana para recorrer un camino, descubrir un paraje sorprendente y volver con la sensación de haber hecho un viaje en miniatura. Hay rutas de medio día que, sin necesidad de mucho tiempo o esfuerzo, lo tienen todo para saciar nuestra sed de senderos.

España está llena de recorridos así, accesibles y variados, que permiten elegir según las ganas y la condición física de cada cual. Hay rutas suaves que invitan a caminar sin prisa por bosques cerrados, otras que exigen un poco más de esfuerzo con algún desnivel, y también aquellas que, aun siendo cortas, se vuelven inolvidables por el paisaje que atraviesan.

Entre ellas están la subida a la Silla del Rey en Segovia, la Ruta Amarilla del Torcal de Antequera en Málaga, el castañar de El Tiemblo en Ávila o la Cascada de Xorroxin en Navarra. Si es lo que buscas, aquí tienes siete propuestas que caben en medio día y que permiten, después, decidir si la tarde será para descansar, descubrir un pueblo cercano o sentarse a la mesa con calma.

Cascada de Xorroxin (Navarra) – 7,4 km

El valle de Baztán guarda uno de sus rincones más refrescantes en la cascada de Xorroxin. La ruta parte de Erratzu y recorre 7,4 kilómetros en un trazado circular, con apenas 150 metros de desnivel. Es un camino familiar, bien señalizado, que discurre entre prados, bosques de hayas y castaños, y que cruza puentes de piedra y de madera siguiendo el curso del arroyo Iñarbegi.

Tras algo más de dos horas de paseo se llega a la cascada, un salto de agua rodeado de musgos y helechos que suele llevar buen caudal, sobre todo en primavera. El entorno es húmedo y conviene tener cuidado con los resbalones, sobre todo con niños, pero el esfuerzo compensa. El regreso puede hacerse por el barrio de Gorostapolo, con sus casas tradicionales y la ermita de la Soledad, antes de volver a Erratzu.

Sendero del Bosque hasta la Laguna Negra (Soria) – 4,7 km

Quien suba a la Laguna Negra a pie en lugar de usar el bus lanzadera puede disfrutar de este sendero de 4,7 kilómetros que arranca en el aparcamiento del Paso de la Serrá. El camino transcurre casi todo a la sombra, bajo hayas y abetos, acompañado del murmullo de un arroyo que se cruza en un par de pasarelas de madera.

En poco más de una hora se alcanza la pasarela de la Laguna Negra, uno de los lugares más visitados de Soria. El regreso, por el mismo sendero, es aún más agradable en suave descenso. Se trata de una ruta sencilla, perfecta para familias, que en otoño y primavera luce especialmente con los cambios de color del bosque.

Subida a la Silla del Rey desde Valsaín (Segovia) – 9,6 km

Los pinares de Valsaín, en la Sierra de Guadarrama, son el escenario de esta ruta de 9,6 kilómetros y unos 500 metros de desnivel. El recorrido comienza en la pradera de Navalhorno, en Valsaín, y asciende poco a poco por el Moño de la Tía Andrea hasta alcanzar la Silla del Rey, un trono de piedra tallado en 1848 para que Francisco de Asís de Borbón contemplara el Real Sitio de San Ildefonso.

Hoy en día las vistas están tapadas por el bosque, pero la subida sigue siendo un paseo muy recomendable entre fuentes naturales, arroyos y pinares. Se trata de una caminata asequible, en su mayoría por una pista forestal asfaltada aunque con cierta pendiente, que se completa en unas tres horas y media. Un plan perfecto para combinar después con una visita a La Granja o una buena comida por la zona.

Ruta Amarilla del Torcal de Antequera (Málaga) – 3 km

El Torcal de Antequera es uno de los paisajes kársticos más singulares de España, un auténtico laberinto de rocas moldeadas por la erosión. La ruta amarilla, circular y de 3 kilómetros, parte del aparcamiento superior y permite recorrer durante dos horas este escenario de piedras caprichosas y pasillos estrechos.

Aunque corta, no conviene subestimarla: el terreno es pedregoso e irregular, lo que hace que se avance despacio. El camino pasa por formaciones con nombres propios como El Camello o La Jarra, y por lugares curiosos como el Callejón del Tabaco. Bien señalizada, la ruta es exigente para los tobillos, pero regala una experiencia singular. Si quieres menos, tienes la Ruta Verde, y si quieres más, la Naranja.

Castañar de El Tiemblo (Ávila) – 4,4 km

En la Reserva Natural del Valle de Iruelas se encuentra el Castañar de El Tiemblo, uno de los bosques más visitados del Sistema Central. La ruta circular de 4,4 kilómetros parte del área recreativa de El Regajo y atraviesa un paisaje de castaños centenarios, entre ellos El Abuelo, un ejemplar de más de 500 años.

El recorrido es sencillo y accesible, ideal para hacer incluso con niños o principiantes. Aunque se puede visitar todo el año, es en otoño cuando el castañar se convierte en un espectáculo de colores ocres y dorados. En esa época el acceso se regula con entradas para evitar la masificación, pero incluso con gente el paseo sigue siendo espectacular.

Ruta da auga de Zas (A Coruña) – 9,5 km

El agua es la protagonista de esta ruta de 9,5 kilómetros que recorre la parroquia de Gándara, en Zas. A lo largo del camino aparecen molinos, cascadas y aldeas, además de construcciones tradicionales como hórreos o abellarizas. El recorrido es circular y está bien señalizado, lo que facilita seguirlo sin complicaciones.

El itinerario enlaza tres cascadas: la de Budián, la de Parga y la del Rabiñoso, cada una con su propio entorno y leyendas locales. Entre medias, se atraviesan aldeas con patrimonio etnográfico y se camina junto a ríos y bosques de ribera. Es una ruta variada y entretenida, que combina naturaleza, agua y cultura popular gallega en apenas medio día.

Volcanes de Santa Margarida y Croscat (Girona) – 11 km

El Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa ofrece un recorrido único: la ruta que enlaza la Fageda d’en Jordà con los volcanes de Santa Margarida y Croscat. Son 11 kilómetros de sendero señalizado que se completan en medio día, con un desnivel moderado.

El itinerario pasa por la Fageda, un hayedo asentado sobre coladas de lava, y asciende después al cráter del Santa Margarida, donde se alza una ermita románica. También se bordea el Croscat, el mayor cono volcánico de la península, con un espectacular corte en su ladera. Una caminata completa y muy recomendable para descubrir lo mejor de La Garrotxa en una sola mañana.