La cuenca neuquina atraviesa un momento de contrastes. Por un lado, alcanza niveles récord de producción de petróleo y gas, impulsa proyectos de infraestructura de escala inédita y suma nuevos jugadores internacionales. Por el otro, enfrenta un clima económico que obliga a las compañías a recalibrar sus estrategias y a las pymes a sostener su actividad con márgenes cada vez más ajustados.
Durante agosto, la producción de petróleo en Argentina llegó a 821.851 barriles diarios, la cifra más alta en 25 años, con Vaca Muerta concentrando el 64% del total nacional. Este desempeño confirma el peso estructural de la formación neuquina en el esquema energético argentino. Sin embargo, el contexto macroeconómico —marcado por la volatilidad cambiaria, las restricciones financieras y la baja proy