Es un sábado lluvioso en Wadowice, Polonia. A pesar de la paz que se respira en esta ciudad, ubicada a pocos kilómetros de Cracovia, el murmullo de los motores de las combis que traen a decenas de turistas de todo el mundo rompe por un momento con la monotonía cerca de un edificio de dos plantas.
El principal interés es visitar allí el Museo de la Casa Familiar del Santo Padre Juan Pablo II. El establecimiento resguarda detalles desconocidos de la vida de uno de los Papas más influyentes de la historia reciente, quien es también uno de los santos más venerados por el pueblo polaco.
Es en el primer piso de esta modesta casa que el 18 de mayo de 1920 nació Karol Józef Wojtyła y donde pasaría su infancia. Wadowice no solo lo forjó como persona, sino que también lo preparó para los desafíos