El panorama global se pinta de contrastes impactantes. Mientras la alegría florece con un perro posando junto a la bandera argentina en Bolivia y el colorido del cosplay de Varesa en la Comic-Con de Guatemala, la sombra del conflicto persiste en otras latitudes.
En la Franja de Gaza, un niño palestino desplazado es el rostro de una crisis que se intenta resolver con negociaciones en El Cairo para un alto el fuego y la liberación de rehenes. Este drama humanitario impulsa la protesta global: desde la acción simbólica de Río de Paz en Copacabana y la bienvenida en Roma a los activistas de la Flotilla Sumud, hasta la interrupción de vías de tren en Milán. El dolor se siente también en el funeral de niños en Haití.
Mientras tanto, la tensión política se palpa en las calles, con enfrentamient