Francia intenta despertarse de una pesadilla que ya dura meses y que parece que ha alcanzado su punto más crítico tras la dimisión sorpresa del primer ministro, Sébastien Lecornu, apenas 27 días después de su nombramiento.
Su renuncia ha generado un huracán de indignación y ha colocado a Emmanuel Macron frente a una de las peores crisis políticas que se recuerdan en el país. Ya lo advertía hace unas semanas el politólogo francoargelino Sami Naïr en una entrevista para EL PERIÓDICO: "La desgracia es que en Francia no hemos tenido ni un partido ni un político que pueda tener una visión capaz de proponer un gran proyecto. Francia se ha convertido no solo en un país en crisis económica, sino en algo mucho más grave, en un país sin proyecto y sin esperanza".
Hoy, de nuevo sin primer mi