Con su sombrero de paja y sonrisa desafiante, Luffy -enemigo de gobierno corruptos y héroe de One Piece, el manga más vendido de la historia- se ha convertido en símbolo de protesta juvenil global contra el mal gobierno dondequiera que exista.
De Perú a Nepal, de Filipinas a Francia, la bandera que representa a Luffy y a su tripulación —una calavera sonriente con sombrero de paja y dos tibias cruzadas, como la clásica Jolly Roger pirata— ha ondeado recientemente en manifestaciones antisistema en todo el mundo.
Quienes la enarbolan la ven como un emblema contra la opresión y la corrupción, y también como una señal de unión generacional entre los veinteañeros que crecieron con One Piece, el manga que data de 1997 y que tuvo su versión animé a partir de 1999.
«Crecí con One Piece, como la