El PP ya tiene claro que el caso del exministro y Koldo esconde un caso de financiación ilegal del PSOE apoyándose en las fotos de sobres que aparecen en el informe de la UCO. Esos sobres contenían al menos un billete de cinco euros y una moneda de un euro, una extraña cantidad para tratarse de un soborno
El juez cita a declarar de nuevo a Ábalos y Koldo García tras el informe de la UCO
Sherlock Holmes hubiera encendido una pipa mientras valoraba la entidad de las pruebas. Hercules Poirot hubiera enderezado su bigote y esbozado una ligera sonrisa. Sam Spade se hubiera guardado la prueba en el bolsillo exterior de la americana y calculado en qué momento debería lanzarla sobre la mesa ante un testigo poco cooperador. El Partido Popular no está para examinar la realidad con tanta distancia y vive agobiado por las urgencias. Por eso, el viernes se lanzó como una fiera sobre el informe de la UCO. Ya creía tener su 'smoking gun' con la que demostrar la culpabilidad del PSOE. Después de tantos días con los titulares dominados por Gaza y el ascenso electoral de Vox, cualquier alternativa era buena.
Los informes policiales sobre casos de corrupción mejoraron mucho desde que incluyeron fotografías. No siempre revelan delitos, pero le dan vidilla a centenares de páginas. Las fotos, además, pueden aparecer en los medios de comunicación por ser un reclamo excelente. En una de las fotos del último informe de la UCO sobre Ábalos y su patrimonio se ve un sobre en el que asoman un billete de 500 euros, otro de cinco euros y una moneda de un euro. Un sobre con el logo del PSOE, la dirección de su sede en la calle Ferraz y el código postal. El nombre de Koldo –el de Ábalos aparece en otro sobre– y una cantidad de dinero anotada y ajustada al céntimo.
En el PP no estaban para analizar cada elemento. Para comentar un titular que decía que la UCO había descubierto que el PSOE “pagó sobresueldos” (esto último es un detalle falso o que no aparece en el informe) con dinero en efectivo a José Luis Ábalos y Koldo García, Ester Muñoz optó por el sarcasmo para apuntar el tema de la financiación ilegal: “Quizás Sánchez anuncie mañana que va a incluir la financiación ilegal de su partido a sus ministros, como derecho en la Constitución”. Otros fueron más directos, como Jaime Olano: “Financiación ilegal del PSOE (en mayúsculas). ¡Se acabó el sanchismo!”. ¿Con monedas de un euro?
Alicia García demostró un alto nivel de confusión mental con el mensaje: “La UCO destapa sobres con dinero de mordidas a dirigentes del PSOE como Ábalos”. Al mezclar sobres, mordidas y PSOE, terminó creyendo que el PSOE había pagado sobornos a Ábalos, lo que sí hubiera sido una exclusiva. La creatividad de García justifica de sobra que sea la portavoz de su partido en el Senado. El lunes, Cuca Gamarra siguió golpeando el mismo clavo. Las fotos de esos sobres son “la prueba de la Guardia Civil de que los que estaban al lado de Sánchez se forraban con dinero” y que ese dinero “provenía de comisiones o mordidas”.
Cuando un partido se financia, con métodos legales o ilegales, se supone que es porque recibe dinero, no al revés. En el sobre de Koldo había por ejemplo 2.928,26 euros en metálico que recibió el antiguo asesor de Ábalos. Puestos a pensar mal, es decir, pensar que alguien pagaba una comisión a Koldo por ciertos servicios prestados, es raro que le paguen una cantidad exacta hasta el último céntimo, y no 2.000, 3.000 o la cantidad que le corresponda. Y si es algo chungo, no metes el dinero en un sobre con el logo del partido y su dirección.
La versión del PSOE es que estos pagos en efectivo corresponden al reembolso de los gastos de representación, viajes o comidas a los que tenían derecho Ábalos y Koldo por haberlos pagado antes. Superan las cantidades límite establecidas por la legislación contra el blanqueo de capitales, pero los pagos parecen ser anteriores a la aprobación de esa ley en julio de 2021. El PP, a través de Miguel Tellado, exigió el sábado que el PSOE presente los tickets de caja y facturas con los que se justificaron, sabiendo que es muy posible que hayan sido tirados a la basura. Y si aparecieran, siempre podría decir que han sido falsificados.
El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente había solicitado en febrero un informe a la UCO sobre el patrimonio económico de Ábalos. Su contenido coloca al exministro en una posición difícil en la medida que establece que recibió unos 95.000 euros en cinco años cuya procedencia no se corresponde con su salario y sus movimientos bancarios. Por tanto, persiste la sospecha de que haya recibido dinero de mordidas de empresarios, según el informe, entre los que destaca los pagos mensuales que le hacía Víctor de Aldama.
El informe policial no menciona en ningún momento la financiación del PSOE. Eso no impidió titulares en las portadas del sábado que causaban otra impresión: “La UCO encuentra los sobres del PSOE” (ABC). “El PSOE pagó dinero oculto en sobres a la trama de Ábalos” (El Mundo). “La Guardia Civil pone el foco en el origen de la caja B socialista” (La Razón). Hay que anotar que los dos primeros titulares no son literalmente falsos, aunque permiten hábilmente que cada lector deje volar su imaginación, y la de los dirigentes del PP puede volar muy alto.
El juez del Supremo ha citado a declarar a Ábalos y Koldo García para que den su versión no sobre los sobres con el logo del PSOE, sino fundamentalmente por esos 95.000 euros “de ingresos irregulares y opacos”. En su auto, escribe que “o bien el Sr. García Izaguirre realizaba dichos pagos, en provecho y beneficio del Sr. Ábalos Meco, sin contrapartida explícita alguna; o bien el Sr. Ábalos le habría devuelto a aquel las cantidades adelantadas en dinero metálico o de otro desconocido modo”.
Malas noticias para ambos. La situación no cambia para los socialistas, más allá de que todo el mundo es consciente del profundo daño reputacional que supone para el partido, y por extensión para el Gobierno, por todo lo que se investigue en relación a Ábalos y Santos Cerdán. Pero eso no es suficiente para el PP, que necesita hablar de “financiación ilegal” y de tirar por elevación hacia Pedro Sánchez. Su objetivo ya no es otro que buscar lo que sea que implique responsabilidad penal para Sánchez y el PSOE.
La palabra clave es 'mordidas' y no es suficiente con que se implique a Ábalos o Cerdán. Hay que meter al PSOE para retomar el discurso de que esta es “la Gürtel del PSOE”. El PP no va a utilizar la expresión en público. Da igual porque ya ha aparecido en varios titulares. La idea es mostrar a los aliados del PSOE que deben hacer lo mismo en el Parlamento que hicieron con la moción de censura de 2018.
Donde no pueda llegar el PP, llegarán artículos como el encabezado por el titular “La sombra de Bárcenas sobre Ferraz”, una mezcla sugerente. Y eso que ese mismo artículo se ve obligado a aceptar en su tercer párrafo que el hallazgo de la Guardia Civil “todavía se encuentra en un estado embrionario y muy alejado de los millones de euros que contabilizó y anotó Bárcenas en sus célebres papeles”. Pero quién sabe, la noche es joven y puede que algún día todo esto crezca hasta el nivel multimillonario de la vieja Gürtel. Hasta entonces, tendrán que conformarse con titulares ingeniosos.
A día de hoy, el PP sigue negando que fuera condenado por financiarse ilegalmente, a pesar de que dos sentencias establecieron que utilizó dinero negro para pagar la rehabilitación completa de la sede de Génova. Por otro lado, en el caso socialista, hay dos fotos de sobres con el logo del puño y la rosa. Eso sí es suficiente para condenar al PSOE por financiación ilegal en una rueda de prensa.