Quienes han dedicado sus mejores momentos de la vida para contribuir con el desarrollo de las capacidades mentales de los niños y jóvenes en las aulas de clase, en los espacios de descanso, de recreo, de socialización, de compartimiento y de solidaridad, se puede afirmar, categóricamente que pero quienes solamente asisten al trabajo por cumplir con una labor informativa, correctiva, desdeñosa, con el único fin de devengar un sueldo, no son maestros,
Los primeros, dan muestras de autonomía en lo tocante al conocimiento, a la educación, a la metodología, a la visión del universo, a la ecología y a los Derechos Humanos; pues sí, éstos reflexionan, aportan, crean, escriben artículos atinentes, publican y producen textos que desarrollan sus cursos, investigan y generan ciencia; para éstos, la