Este martes se cumplen dos años desde que Hamás lanzó el ataque que cambió para siempre la vida de miles de personas. Desde entonces, las heridas permanecen abiertas, las familias siguen esperando respuestas y el conflicto continúa sin un final claro .
En Tel Aviv, las calles se llenan de flores, velas y fotografías de los asesinados y los secuestrados. Isik , un padre que lleva puesta una camiseta con la foto de su hijo Eitan, recuerda cada detalle de aquel 7 de octubre. "Creo que fue uno de los peores días de mi vida ", explica.
De su cuello cuelgan dos lazos amarillos , un símbolo de esperanza y recuerdo. Sus dos hijos fueron secuestrados ese día, cuenta. Después, resume su dolor en una comparación: "Un argentino que sobrevivió la dictadura militar, eso y un cuchill