El gobierno de Estados Unidos ha decidido poner fin a cualquier intento de mantener un diálogo diplomático con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, según informa The New York Times.

Esta decisión marca un giro significativo en la política estadounidense hacia el país sudamericano, allanando el camino para una posible escalada militar contra los narcotraficantes en la región.

La cancelación de los contactos diplomáticos refuerza la línea dura dentro de la administración Trump y deja de lado los esfuerzos de mediación que habían sido encabezados por Richard Grenell.

Hasta el 25 de septiembre, Estados Unidos aún intentaba mantener cierto nivel de comunicación con el gobierno de Maduro, en medio de un despliegue naval en el Caribe Sur como parte de una ofensiva contra el narcotráfico.

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