El fenómeno se repite cada año, pero parece haber alcanzado un nuevo pico este 2025. En parques, avenidas y veredas de Buenos Aires, una nube de pelusas flota en el aire, se acumula en los cordones y tapa desagües. Lo que muchos confunden con polvo o contaminación, en realidad es una fase natural del ciclo de los plátanos de sombra , una especie traída hace más de un siglo que hoy domina el arbolado porteño.
Su belleza y capacidad de dar sombra los convirtieron en aliados del urbanismo moderno, pero cada primavera despiertan un lado oscuro: alergias, rinitis y broncoespasmos que afectan a miles de vecinos. De acuerdo al último censo de arbolado urbano, realizado por el Gobierno de la Ciudad en 2018, hay más de 70.000 plátanos en Buenos Aires . Y ahora están todos floreciendo al