El Congreso de la Ciudad de México aprobó reducir la jornada laboral nocturna de 7 a 6 horas con el objetivo de proteger la salud física y mental de las personas trabajadoras que laboran estos turnos ante alteraciones del sueño, fatiga crónica, estrés, trastornos digestivos y cardiovasculares, así como afectaciones a la vida social y familiar.

El dictamen incluye una modificación para evitar asignar jornadas nocturnas a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia debido a que son las más vulnerables a las consecuencias del horario nocturno.

El legislador promovente, Juan Rubio Gualito, del PVEM y presidente de la Comisión de Asuntos Laborales, Trabajo y Previsión Social, destacó que el trabajo nocturno prolongado deteriora la salud e incrementa el riesgo de enfermedades graves al afect

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