La cirugía reconstructiva del pene ha recorrido un camino sorprendente en apenas un siglo y medio. Lo que comenzó como operaciones rudimentarias para corregir curvaturas incapacitantes se ha convertido hoy en día en un campo altamente especializado y lleno de esperanza para los pacientes.

En el caso de la enfermedad de Peyronie, desde las primeras técnicas del siglo XIX hasta el procedimiento de Nesbit en 1965, la meta fue siempre corregir la curvatura del pene con el menor riesgo de acortamiento o pérdida de función. Hoy, además de cirugías más precisas, contamos con opciones menos invasivas como la colagenasa o los dispositivos de tracción.

En la faloplastia , es decir, la creación de un pene nuevo cuando no existe o debe ser reemplazado el avance ha sido aún más espectacular. De s

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