Con la llegada del frío, los abrigos regresan, los jerséis se acumulan y el armario se transforma en un pequeño campo de batalla donde las prendas se aprietan, se arrugan y parece que el espacio se encoge. Pero el problema no siempre es de tamaño, sino de mentalidad. Mira también:
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En Japón, donde el espacio es limitado, la organización del hogar se concibe como un ejercicio de equilibrio: dejar a la vista solo lo esencial y guardar lo demás hasta que vuelva a ser necesario. De esa lógica nace el enfoque que muchos llaman truco japonés: una forma de ordenar basada en la rotación, el desapego y la calma visual.
Esta filosofía, popularizada por la japonesa experta en orden Marie Kondo, parte de una idea sencilla: c