El alcalde de Madrid , José Luis Martínez Almeida , ha asegurado este miércoles que la principal hipótesis del derrumbe del edificio de la calle Hileras, que ha dejado cuatro muertos , es la acumulación de material de obra en la parte más alta del inmueble: «Todavía es aventurado hablar de las causas exactas, pero es una hipótesis la acumulación de material de obra en la última planta». El alcalde ha puntualizado que se estudia si una confluencia de factores influyeron en el desastre, reiterando las sospechas de los técnicos.

El primer edil también ha confirmado que el Ayuntamiento no contaba con quejas respecto a las obras del edificio , y que el Consistorio concedió la licencia en febrero de este año. Así lo ha asegurado en una rueda de prensa en el Palacio de Cibeles tras el derrumbe del edificio en obras en el centro de Madrid que este martes ha dejado un total de cuatro víctimas mortales. Los equipos de Emergencias han localizado en la madrugada de este miércoles los cuerpos de los últimos dos desaparecidos. 

Almeida ha señalado que es «todavía aventurado» indicar las causas del colapso, pero ha añadido que una de las hipótesis apunta a que en la sexta planta del edificio había apilado «material de obra» que podría haber provocado el derrumbe, aunque ha insistido en que se trata de una hipótesis.

Así lo adelantó OKDIARIO horas después del suceso, cuando ya los investigadores barajaban una presunta negligencia de los operarios como causa del desastre por el que cedió la estructura de todo el edificio.

Informes desfavorables de la fachada

El edificio de la calle Hileras 4, en el centro de Madrid, fue construido en el año 1965 y su uso era administrativo o de oficinas. Así permaneció durante mucho tiempo hasta que el abandono hizo mella en el inmueble.

Un grupo inversor de capital saudí compró el edificio por 24,5 millones de euros y encargó un Informe de Evaluación del Edificio (IEE) en el año 2022 que entregó al Ayuntamiento de Madrid para legalizar la situación del inmueble e intervenir en su reforma.

Ese informe, al que ha tenido acceso OKDIARIO, alertaba de que el edificio del derrumbe sufría «peligro inminente de desprendimientos en la fachada», además de «humedades, grietas y fisuras en el interior y exterior del inmueble» . El informe recomendaba actuar de inmediato, «en menos de diez días», para solucionar estos problemas, a la vez que sostenía con sólo una inspección ocular que la estructura y forjados del inmueble estaban en buen estado.

En diciembre del año 2024, los propietarios consiguieron una licencia de obras del Ayuntamiento de Madrid para reformar el edificio del derrumbe y convertirlo en un hotel de lujo con 120 habitaciones.