Mientras Donald Trump se prepara para desplegar a los soldados de la Guardia Nacional de Texas que llegaron ayer a Chicago para reprimir protestas, el presidente ha escalado su retórica contra el alcalde de la ciudad, Brandon Johnson, y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, que se han opuesto con firmeza a la militarización de sus calles. En una publicación en su plataforma, Truth, el mandatario ha dicho que ambos “deberían ir a la cárcel por no proteger a los agentes del ICE”, las siglas en inglés del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.

La tercera ciudad más poblada del país ha vivido en las últimas semanas un fuerte incremento de agentes del ICE, que están llevando a cabo macrooperaciones, con helicópteros incluidos, para secuestrar a centenares de supues

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