El 7 de agosto de 2007, Martín Gonzalo Acro era atacado a sangre fría en el barrio porteño de Villa Urquiza. Recibió un balazo en un muslo para reducirlo y luego fue herido gravemente con dos tiros en la cabeza.

En estado crítico, “Gonzalito”, como lo conocían sus amigos, fue internado en el Hospital Pirovano de Buenos Aires. Allí falleció dos días después, marcando uno de los casos más resonantes de violencia en las barrabravas del fútbol argentino.

Por esto, siete personas fueron condenadas. Sin embargo, uno de los apuntados, Sergio Alejandro Piñeiro (50), logró darse a la fuga y permanecer escondido en Córdoba por más de 8 años. Fue capturado este martes en Traslasierra, donde mantenía una vida paralela bajo un nombre falso.

Fue condenado y se dio a la fuga: cayó en Mina Clavero

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