Un mosso de esquadra, muerto a tiros por su suegro en plena calle de Lleida
Barcelona El Salón Náutico ha vuelto a invadir el Port Vell con yates y veleros que buscan compradores, después de no poder celebrarse el año pasado por la Copa América. La pausa forzada ha servido para reformular el evento, con la voluntad de volver a posicionarlo a escala internacional y atraer grandes marcas, sin olvidar intentar seducir a un asistente con ganas de gastar.
"Es un cambio de rumbo hacia la calidad, con más modelos de barcos, esloras más grandes y nuevos espacios. Lo hacemos no sólo por estar entre los salones líderes de Europa sino por contribuir a posicionar Barcelona como capital náutica del Mediterráneo", expone Luis Conde, el director del Salón Náutico, organizado por Fira.
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