La ciudad de Chicago, que acumula un mes de intensas redadas migratorias ordenadas por la Administración Trump, permanece este miércoles expectante ante el despliegue de unos 200 soldados de la Guardia Nacional de Texas en una base cercana para brindar protección a agentes de la Patrulla Fronteriza.

A las puertas del centro de detención de la Policía de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE) en Broadview, un municipio a 20 kilómetros al oeste del centro de Chicago, apenas una decena de manifestantes se congregaban esta mañana, mientras continuaban con labores de gestión y organización de cara a nuevas movilizaciones.

De momento, no hay presencia de la Guardia Nacional en las calles de Chicago y la jornada se desarrolla sin incidentes visibles, según constató EFE.

De hecho, la imagen de est

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