La anunciada citación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que declare en la llamada «comisión Koldo» del Senado no prejuzga conducta alguna y sí tiene una legitimación clara, más allá de la pugna partidista, en la avalancha de noticias sobre extraños manejos de dinero en metálico en el ámbito de la Secretaría General del PSOE, con sede en la madrileña calle de Ferraz, y que deberían ser aclaradas a la mayor brevedad posible, incluso, si no responden a una tipificación penal. Se nos dirá que el jefe del Ejecutivo puede ser emplazado en otros escenarios, como en el Congreso o en una comparecencia con los medios de comunicación, pero lo cierto es que Pedro Sánchez no se caracteriza por la concisión y la pertinencia de sus respuestas públicas a preguntas públicas, más bien tiende

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