La vacancia presidencial de Dina Boluarte, aprobada por el Congreso, representa la continuidad de un ciclo de impunidad y manipulación institucional que ha convertido la presidencia de la República en una pieza ornamental del poder parlamentario. Una vez más, el Ejecutivo ha quedado subordinado a los caprichos de los miembros del pacto de gobierno —esa alianza informal entre Fuerza Popular, APP, Perú Libre, Renovación Popular, Avanza País, Podemos y Somos Perú— que, desde hace casi tres años, se ha hecho del Estado desde el Parlamento.

En ese sentido, la llegada de José Jerí a la presidencia simboliza la instalación de un nuevo rostro al servicio de los mismos intereses. Al respecto, las denuncias en su contra por presunta violación sexual, archivadas de forma exprés, y la ausencia de una

See Full Page