Cada año cientos, miles, decenas de miles de turistas británicos viajan a las Canarias para disfrutar de unas vacaciones relajantes en sus playas. No fue el caso de Robert Marshall . De su visita a Tenerife él se volvió con una experiencia mucho menos agradable, la "horrible" sensación que tuvo cuando se sentó tras el volante de un coche y quiso circular por la isla sin estar habituado a sus señales, sus carreteras o algo tan 'simple' como conducir por el lado derecho .
De aquel viaje Marshall se volvió a casa con algo más que el "estrés" de la experiencia: una idea para que a ningún otro turista le ocurriera lo mismo.
Marshall no es político ni experto en movilidad, pero sí sabe de turismo. Al fin y al cabo es el dueño de un hotel situado en las Highlands, las Tierras Altas de Es