El Premio Nobel de la Paz otorgado a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado debe haber caído como una bomba atómica en el régimen de Nicolás Maduro que no ha tenido más remedio que refugiarse en un revelador mutismo para poder encajar este golpe que pone de relieve la lucha pacífica del pueblo venezolano por conquistar la libertad y los derechos democráticos.

Este reconocimiento desnuda una vez más a un gobierno dictatorial como el venezolano que se mantiene ilegítimamente en el poder apoyándose en la fuerza de las armas y en una atroz represión caracterizada por detenciones arbitrarias, tortura y desapariciones forzadas de sus oponentes políticos. Maduro ya había quedado en clara evidencia cuando el 28 de julio de 2024 tuvo que recurrir a un vulgar fraude que desconoció e

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