Según registros históricos, los frailes Juan de Salazar y Juan de Almacia llegaron a Buenos Aires junto al conquistador español Pedro de Mendoza en 1536. Ambos religiosos pertenecían a la orden de los mercedarios, nacida en España en 1218, que tenía como objetivo liberar a los cautivos en tiempos de la invasión de los moros a la Madre Patria. Así es que en pleno descubrimiento del Nuevo Mundo, los mercedarios instalaron su primer convento en Córdoba y luego, hacia 1600, obtuvieron un lugar en Buenos Aires.

Sin embargo, el monasterio porteño sufrió una expropiación en 1824, durante el gobierno de Bernardino Rivadavia, y fue convertido en una Sociedad de Beneficencia. Recién en 1963 los monjes recuperaron el convento y eligieron bautizarlo en honor a San Ramón Nonato, uno de los mercedarios

See Full Page