Desde que se separó de en 1988, la vida de Flor Aguilar se ha caracterizado por un carrusel de adversidades. La segunda mujer del fallecido actor pasa actualmente por un periodo de serias carencias y escasísimos ingresos; su ruina es absoluta. Reside en un pequeño piso en un pueblo de la sierra madrileña, sin familia, con pocas amistades y sus dos perros. Su sueño es encontrar un trabajo como colaboradora en un programa de televisión o participar en un reality, pero, a sus setenta años –eso sí, bien llevados–, las expectativas son complicadas. Esta semana ha sido su casero quien la ha acusado de no pagar el alquiler desde hace mucho tiempo. Ella lo niega rotundamente, pero parece ser que las evidencias le quitan la razón. La periodista Paloma García-Pelayo ha informado de que la exmujer
La desesperada situación de Flor Aguilar, exmujer de López Vázquez

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