Tal parece, a tenor de lo leído en este diario, que una de las explicaciones para el cese del técnico del Oviedo, Paunovic, era la necesidad de "aires nuevos", seguida de la búsqueda de "otra forma de trabajar".
Si algo caracteriza a estas frases no es, precisamente, su novedad, sino todo lo contrario. Al margen de circunstancias puntuales, como las que se apuntan en este caso, debidas al controvertido talante del entrenador, eso se dice, la metodología es siempre la misma, bien se trate de un equipo o de otro, y que se concreta en la repetición de los mismos aires, humos y soberbia mayúscula que exhiben casi todas las directivas cuando se trata de mostrar su poderoso músculo de mando.
En una primera visión, el cese de Paunovic invita a una mueca cercana al estupor, vista la cocina en la