CIUDAD DE MÉXICO ( Proceso ).- Rosa Estela Jiménez Olvera contaba con 17 años de edad cuando llegó a Austin, Texas, sin papeles, desde el municipio de Ecatepec, Estado de México.

En el 2003, a sus 20 años, estaba embarazada de siete meses cuando cuidaba a su propia hija de un año y a un bebé de 21 meses. El pequeño murió ahogado por tragar toallitas de papel y el condado de Travis la condenó a 99 años de cárcel por asesinato, cuando ella siempre sostuvo su inocencia, pero no pudo pagar la ayuda legal necesaria.

En 2021, a los 18 años de su encarcelamiento injusto, salió libre. La jueza de Austin, Karen Sage, concluyó que el caso de 2005 para condenar a Jiménez Olvera se basó en testimonios falsos o manipulados.

Organizaciones, jueces, especialistas médicos y el documental que Lucía Ga

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